domingo, julio 31, 2011

Ayer eras como un premio lejano
Dado en sueños a los más altos mortales;
Recién lograbamos juntar las manos
Intentando mantener los cabales.
Ahora que sumergimos nuestros cuerpos,
Nadando en remolinos pasionales,
Ahogamos la angustia de lo externo.

sábado, julio 30, 2011

Himno

A mi tierra sembrada de Olvido
Del Progreso semilla trajiste
De Miseria no más doloridos
Hoy los míos de orgullo se visten

Imponente a la vista de campos
cual milagro tu mole enarbolas,
Con palmeras vibrantes y cantos
Al sereno viajero impresionas.

De Colombia engrandeces el nombre
Trabajo digno a esta tierra le das
Y en el alma de todos tus hombres
sólo alienta una voz: Bienestar.

Con gran celo fabricas productos,
cuyo fin es la vida amparar.
La Calidad de tus nobles frutos
grato Sello es de tu alta moral.

Relucientes paredes resaltan
al contacto de soles caucanos
evocando el tesoro que guardas:
tus preciosos valores humanos.

El trabajo, la paz y el progreso
Son el sueño de toda nación
Del Olvido buscamos regreso
con tu apoyo, incentivo y tesón

Gentes francas, alegres, sinceras
Sin distingos de raza o color
Única fuerza que en todos impera
!Vamos¡ juntos hacemos la Unión.

En la muerte de su madre

En el aniversario de la muerte de la abuela de Jordi

Cavilosa y triste te enfrentas al aposento
que no ha mucho tiempo su presencia ocupaba.
Entre una gruesa niebla de plañidos, un lento
hilillo de voces y risitas se filtraba.

Sus caricias maternales, el serio contento
y sucesos de menudas cosas se agolpaban.
Tiernos arrechuchos y dolorosos acentos
con el hilillo, una trágica mezcla formaban.

Recuerdos, dulces momentos, la muerte acalla.
Como un cardo doloroso, la angustia se encalla;
y te mece un mar donde bogas entristecida

con un punzante dolor que en las sienes restalla.
¿No recelas, amiga, que esta última batalla
es, acaso, la primera de una nueva vida?

Acción de Gracias

Gracias, Dios, por esta nueva oportunidad
de rescatarme del pasado para vivir el hoy.
Gracias por no negarme la ocasión de escoger
entre los caminos irreducibles de la dicha
y los oscuros y cambiantes rostros del dolor y la tristeza.

Porque merezco el contacto espiritual
con los demás y porque ellos esperan
contactarse con mí espíritu, para juntos
crecer, fortalecernos el entusiasmo
y enfrentar los apuros del porvenir.

Para dejar la historia de una vida
satisfecha, sin mezquindades,
rebosante de vida y de amor.

Gracias, Dios, por dejarme creer que creo;
y que estás en cada uno de mis actos
sin justificaciones de ninguna clase.
Dios, tu eres porque yo soy.

Amén.

Para mayor devoción, el lector avisado deberá preparar una copia con cada una de las buenas intenciones y debe procurar que en este ejercicio no haya discrepancias de gusto, religión, raza, color, etc.

Al final de cuentas, sólo somos unos cuantos millones de humanos y después, tal vez dentro cincuenta años, no seremos más que un vago recuerdo en esta tierra.

(1997, 2002)

El Espejo

Para MPR

El espejo le devolvió a la mujer la imagen de la ascendente vuelta de la espira de su vida que en ese instante había cambiado.

En ese giro creyó reconocer el irreversible salto de la mocedad a la adultez que ahora le pesaba en los párpados y en cada uno de los instantes compartidos con el hombre. La desazón tiñó sus más triviales recuerdos de derrota y resignación; la aceptación y el abandono a las bromas y argucias evasivas del hombre opuestas a cada grave interpelación de ella de encarar la frustración que proviene de lo establecido y lo monótono; la acusación de culpa, repetida y machacada hasta el convencimiento forzoso y condicionante se anteponía e incrustaba en su cerebro.

En cada retuerzo de la espiral caliginosa se vislumbraba, en breve, la respuesta clara, precisa; luego giraba ocultándola y su mente divagaba en la gama de posibilidades surgidas si se hubieran respetado los acuerdos prometidos.

Se aferró, por última vez a su antigua media vida, al poder de la palabra como poterna a la otra media y definitiva; que tal vez no fuera ni media. Luchó porfiada a engarzar cada sílaba; a alinear cada palabra; repetir la frase que diluya como por ensalmo los requiebros de una vida tortuosa, descorazonada y oscurecida. Deseaba decir la frase que vivifique y alinee límpidamente lo que quedaba por vivir. Decirla sin afectaciones ni resentimientos con la seguridad y gravedad necesarias del convencimiento; sin transigir a las argucias ensayadas y convenidas.

Los ojos de la mujer relucieron. Se vivificó su lucha contra el tiempo imparable con el gozo de nuevos horizontes. Se repitió, sintiéndose libre por fin: "¡Vuelve tus miradas sobre mí y enseñoréate de mi felicidad compartiéndola!"

El espejo se había roto.

viernes, julio 29, 2011

Oración para casi todos los días

Para una chiquilla que yo sé


Por permitirme despertar,
no con los atavíos de mi miseria
y sí con las galas de mi felicidad;
amasada día a día con las minúsculas
fracciones de mis ratos dichosos.

Por dejar que la hebra de mi existencia
se entremezcle con la de los demás
formando el entramado de este presente pasajero.

Por los afanes, dichas y desaires
que soportan mis risas, ternuras y agrados
sin manchar nunca la blancura de mi alas.

Por convidarme sin prisas a seguir,
entre juegos cotidianos y tareas sencillas,
el camino que lleva al Eterno Futuro.

En fin, por permitirme vivir y morir
como yo lo he decidido y compartido.

Metrología. Junio de 2002